Privado
Un legado familiar

El vino siempre ha sido herencia, algo compartido a lo largo de generaciones. Crear un vino familiar es una manera de llevar ese espíritu hacia adelante: unir a los seres queridos alrededor de una creación compartida, una que podrá abrirse en las mesas del mañana.
También puede ser una forma de honrar a alguien que ya no está con nosotros. Una cosecha personalizada se convierte en un tributo que refleja su carácter, sus valores, su presencia: un legado embotellado para los años venideros.
Ya sea para celebrar de dónde viene tu familia, o para recordar a alguien que marcó quién sos, un vino familiar guarda un significado que ninguna otra botella podría contener.